Tengo esperanzas
By Silverio Perez
Tengo esperanzas
Una semana después de las elecciones del 3 de noviembre aún caminamos entre la niebla de la diversidad de mensajes, contradictorios y esperanzadores, que el voto del pueblo envió. La frustración y la esperanza se pelean un espacio en el corazón de los que ansiamos un mejor país, donde retomemos la alegría y la solidaridad que nos caracteriza y dejemos a un lado las triquiñuelas de la politiquería arcaica.
Está claro que un 36% histórico votó en contra del bipartidismo. De esos, un 28% se burló de los que usaron el miedo y los prejuicios para imponerse. La “atea” que querían quemar en la hoguera reservada para las brujas, sacó más del doble de los votos del “pastor”, y se alzó como una mujer que venció sobre los prejuicios machistas de adversarios y algunos medios de comunicación. Miembros de la comunidad LGBTTQ+ lograron alcaldías y escaños legislativos, y en más de 25 asambleas municipales habrá jóvenes que no responden al bipartidismo. “El separatista de Isabela” estuvo a casi un punto porcentual de haber triunfado sobre el “estadista guaynabito” si su propia campaña no hubiese sido su peor enemigo. Y la Asamblea Legislativa cuenta con 9 personas capacitadas, verdaderamente progresistas, con las que los partidos tradicionales tendrán que negociar leyes y nombramientos. Hay muchas razones para la esperanza.
En San Juan, el que supuestamente no tenía experiencia alguna, estuvo a ley de unos pocos votos para ser el alcalde electo. Se gana perdiendo y se pierde ganando. Si no, pregúntenle al Rey Pirro de Grecia, cuyas victorias sobre los romanos a la larga se convirtieron en derrotas. Los que usaron el cuco de la independencia también se estrellaron contra el carisma y la profundidad de un joven cargado de futuro que logró un crecimiento histórico del Partido Independentista.
La decadencia de los dos partidos tradicionales es tan abrumadora que los números provocan vergüenza ajena. Del 2008 al 2020 el PNP ha bajado de 1,025,965 votos (52.7%) a un raquítico 406,830 (32.9%), una pérdida de sobre 620,000 votos. El caso del Partido Popular es muy parecido. De 801,071 (41.29%) en el 2008 a 389,896 (31.5%) en el 2020, una pérdida de sobre medio millón de votos.
Para que no se les olvide a esos dos partidos tradicionales el por qué han decaído tanto, los federales arrestaron, cuando aún se contaban votos, al más reciente corrupto azul, que acababa de ser reelecto gracias al “una sola cruz debajo de la insignia”. Y en otro lado, Tatito Hernández, que justificó los actos de corrupción de legisladores por el hecho de que ya no recibían las jugosas dietas de antes, intentó dar un golpe de estado a sus propios compañeros de delegación popular proclamándose presidente de la Cámara sin que nadie fuera aún certificado como electo.
Un nuevo futuro está cerca. La responsabilidad de ese futuro está ahora en un Frente Amplio que deberán ir construyendo, poco a poco, los verdaderos ganadores de esta sorprendente elección. La calidad y cantidad de gente preparada y comprometida que ha sido electa del Partido Independentista, de Victoria Ciudadana y del Proyecto Dignidad, disipa esa niebla de pesimismo que arropa a muchos. Juntos suman más votos que los sacados por el gobernador electo. Ese futuro Frente Amplio se nutrirá de las alianzas que se irán dando día a día en las cámaras legislativas de enero en adelante.
El sectarismo, la tiraera, el fanatismo y la inmadurez al expresarse en las redes sociales de personas y grupos con los cuales tenemos más coincidencias que diferencias, son células cancerosas que hay que tratar para que ese Frente Amplio tenga futuro. El Frente Amplio, que hay en Uruguay, con organizaciones políticas mucho más diferentes, sin que cada una perdiera su identidad propia, amerita estudiarse. Para ello será necesario poner, entre los objetivos prioritarios, una verdadera reforma electoral que permita ese tipo de coaligación, que se establezca una segunda vuelta en caso de que ninguno obtenga la mayoría absoluta de los votos, que la composición de las cámaras legislativas se haga proporcional a los votos obtenidos, y que se establezca el referéndum revocatorio. Tengo esperanzas.
4 comments
Cuando leo tu libro sobre tus memorias?
Te admiro tanto y me gusta leerte. Yo tengo fe q este cambio q ha ocurrido en Puerto Rico siga dando frutos y q continúe creciendo. Dios te bendiga y te cuide siempre 🙏♥.
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